LAS RAICES DEL AMOR. REGRESANDO A LA UNIDAD.
¿Puedes apreciar el ser único que eres?
¿Te sientes libre en tus palabras y en tus actos, y en como te relacionas con los demás?
Todo lo que existe, quiere regresar a la Unidad.
Los opuesto, los conflictos, los desordenes, lo separado...
Existen tres caminos esenciales para regresar a la UNIDAD, tres vias, tres canales, por donde el amor quiere llegar a nosotros y recordarnos quienes somos y que podamos vivir desde la dimesion del Ser. Son las raices del Amor.
1. Primer canal. El reconocimiento. Podemos reconectarnos con la Unidad a través del recuerdo, de la memoria, del llevar en el corazón y en el sentimiento lo que fue, y los que existieron. Cuando digo "Te veo", "Te percibo", estamos reconociendo o recuperando algo o alguien que se habia olvidado.
Puede ser una persona, un sentimiento, una creencia, una acción, o una verdad que fue oculta, velada o excluida.
Por ejemplo, el padre biológico para una persona adoptada. Un duelo que no pudo vivirse ni cerrarse correctamente. Un reconocieminto a un familiar que fue despreciado, desvalorizado o rechazado.
Ahora miro a mis padres, a mis abuelos, mis tios, mis hermanos y les doy un lugar en mi corazón a cada uno, sobre todo a los menos valorados y aceptados.
2. Segundo canal. El agradecimiento. La capacidad de conmovernos por todo lo que han hecho los anteriores.
Los anteriores me permiten vivir de la forma que vivo. me han abierto camino, me han dado las oportunidades con las que hoy cuento, me han liberado de llevar las cargas que ellos ya llevaron.
Soy una parte del Todo, y al mirar hacia ese Todo, veo el sentido y la fuerza que me ha sido dada para sacarle provecho.
3. La reconciliación. Reunificar lo que esta fragmentado.
Aquello que está en conflcito son las fuerzas que no se reconocen como iguales, y por ello se sienten diferente y separadas.
El conflcito entre personas, entre ideologias, entre familias, está buscando una fusión, un encuentro.
Todo lo que niego en mi, lo rechazo en el otro. Aquello que me prohibo, lo juzgo en mi projimo. Y al separme de una parted de ti, me separo de mi.
En realidad, la vida se enriquece y se hace prospera y abundante mediante la colaboración, la cooperación y la contribución.
Cada uno, en su unicidad, tiene algo inimitable que aportar. Cada uno tiene su plan, y su función.
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